Joan den astezkenean, hausterre eguna izanda, ikastetxeko ikasleek parte hartu zuten egindako elizkizunean.
El pasado miércoles los alumnos del colegio participaron en la celebración propia del miércoles de ceniza, que dio inicio al tiempo de la Cuaresma. De forma sencilla recordamos el origen de este día, que abre una nueva etapa encaminada hacia la muerte y resurrección de Jesús, una etapa de conversión, de cambio, de mejora.
Con los mayores la simbología de las señales que encontramos en el camino nos recordaron varios mensajes importantes en esta Cuaresma: pensar, ir despacio, estar atentos a los que están peor, trabajo, la importancia de los guías… En el Evangelio Jesús nos recordó que hemos de construir sobre roca y que sin duda Dios es el mejor apoyo, el que nunca nos va a fallar. Y con los pequeños nos centramos en el tren de la vida comandado por Jesús, que nos recordó su encuentro con Zaqueo.
Con el símbolo de la ceniza manifestamos que queremos cambiar y Dios nos ha dado su fuerza, Él nos acompañará y nos ayudará a mejorar. Junto a este gesto entregamos también a los mayores un cordón morado para que lo llevemos puesto durante esta Cuaresma. Al verlo en nuestros cuellos nos recordará nuestro compromiso por cambiar lo que no va bien en nuestras vidas. Los pequeños hicieron referencia con palos de madera al dolor que a veces generamos a los que nos rodean y cómo poder curarlo.
Garizuman berrogei egunez Jesusi jarraituko diogu bere bidean, gurutzera doana, baina gurutzean bukatzen ez dena, Jainkoak piztu zuelako eta orain gure artean bizirik dagoelako. Horrela, Jesusek ziurtatzen digu guri ere berdin gertatuko zaigula.
Azkeneko otoitzarekin elizkizunari bukaera eman zitzaion, gure jarrera hobetzen Jainkoak lagun diezagula eskatuz.
Deja una respuesta