Estamos inmersos en noticias referidas al Mundial de Fútbol y queremos aportar otro modo de ver la realidad que rodea este campeonato.
«Al lado de los muros del estadio inaugural del Mundial de Fútbol de Brasil, el Arena Corinthians de São Paulo, se alza el humilde barrio de Itaquera. En él viven alrededor de 500.000 habitantes de los 20 millones que pueblan el área metropolitana de esta ciudad, una de las mayores del mundo. “Todo esto era campo, riachuelos y favelas cuando yo llegué en 1981″, asegura el misionero salesiano P. Rosalvino Morán.
Cuando el salesiano español Rosalvino Morán Viñayo llegó al barrio de Itaquera, en la capital financiera de Brasil, los jefes de la droga que gobernaban allí le pusieron una pistola en el pecho. Muchos otros se habían marchado ya ante las amenazas de muerte. Pero el P. Rosalvino no. “Les dije que me dejaran trabajar porque les iba a ayudar para que sus hijos tuvieran futuro”. Ahora los hijos de los capos de la droga son grandes deportistas, actores, músicos, panaderos o mecánicos. Y el Centro Don Bosco de Itaquera es un ejemplo de cómo se puede transformar el mundo por medio de la educación…»
Así inicia este artículo que traslada nuestro punto de mira dele espectáculo deportivo a la realidad de algunos barrios de Brasil.
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