¿Van Ustedes para Cuenca? 5 horas de la mañana. Lehendakari Aguirre, 32 años con un metro 80 cm de altura, delgado como D. Quijote el de la Mancha (con un gran autobús de 55 plazas), que llevaba a las dulcineas no al Toboso, sino siempre dirección para Cuenca.
Llegamos como en un sueño (por la hora) llenito de risas y regalos. Allí nos esperaba Rubén nuestro caballero Conquense.
Él esperaba un autobús lleno de padres Salesianos con bigote (ya se había preparado la corbata para estar a tono). Y aparecimos nosotras llenas de ganas de aprender, viendo y escuchando las historias y anécdotas, muy atentas a todas las explicaciones.
Rubén nos explicaba cómo las casas colgadas están sujetas a las rocas que son la propaganda de una ciudad que culturalmente quiere tener su lugar como ciudad intelectual (música, arte y gente tranquila), deseando tener su sitio en los viajes turísticos.
No dejamos de visitar los alrededores, La Ciudad Encantada con sus originales formas en las piedras que la naturaleza nos ha regalado al paso del tiempo.
Después con nuestro caballero andante caminito para Bilbo. En tropel como buenas madres, llegamos y supervisamos la casa a pesar de que eran la 1 de la madrugada.
Recordando con nostalgia que sólo hacía un día nuestro caballero andante nos preguntaba ¿van ustedes para Cuenca?
Hasta el próximo año (yo ya tengo la hucha).
¡Muchas gracias a todas…!
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