¿Podría un estudiante de mecanizado o de automatización y robótica llevar a cabo su trabajo si los CNC, los PLCs o los robots no fueran programables? La respuesta es obvia, no; rotundamente no. Si no existiese la electrónica y no hubiera técnicos cualificados para diseñar, montar, reparar y mantener los sistemas de control nada se podría programar y por tanto todo lo que conlleva la industria 4.0 (automatización, ciberseguridad, internet de las cosas,…) no sería posible.
En Euskadi el tejido empresarial está inmerso en plena transformación a esta Industria 4.0, esto es, a la digitalización e intercomunicación de todo con todo, y lamentablemente, términos como IoT, Cloud computing, Big Data… están enmascarando una realidad, esto es, la necesidad de contar con técnicos electrónicos que instalen, monten, reparen y mantengan todo este entramado. Por que la industria 4.0 debería llamarse la industria de la electrónica, ya que todo, absolutamente todo en lo que está basado, esto es, sensórica, sistemas de control, sistemas de comunicaciones, procesamiento de datos, etc. tienen como sustrato base y clave componentes electrónicos analógicos y digitales agrupados formando circuitos integrados, sistemas embebidos con microprocesadores basados en FPGAs…
La otrora “niña bonita” de la FP, la electrónica, está perdiendo glamour frente a otras disciplinas con nombres rimbombantes pero esto no debe confundirse con las necesidades reales de las empresas, tal y como lo demuestra la constante demanda y contratación de curriculums con la competencia electrónica. Tanto si se fabrican drones, como si se digitaliza una fabrica entera los nuevos técnicos de producción y mantenimiento deberán saber de electrónica o no podrán trabajar en la industria 4.0.
Salesianos Deusto, a la vanguardia de estos estudios en Euskadi, lleva formando técnicos electrónicos durante más de 3 décadas y encabeza los rankings de contratación en esta disciplina.
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