Para que el mundo se salve
Muy a menudo, creemos que tenemos una deuda inconmensurable, nos hundimos bajo su peso. La culpa nos corroe. La cuenta de nuestros pecados nos agobia, ¿Cómo podremos pagarla? Si el Señor escudriña nuestros pecados, si hace cuentas, si lo calcula todo, si suma y resta, entonces,¿quién puede salvarse?
Señor, danos la confianza, para poder creer que tú no eres el que exige sino el que da, que tú no eres el que juzga sino el que salva. Señor, haz que la fe crezca en nuestro interior. (Edición FNP)
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