En esta fechas pasadas, a todas nuestras familias, nos vino el recuerdo de aquellos seres queridos que ya no están con nosotros.
En nuestra familia de Salesianos Deusto, tenemos muy presente a los alumnos, profesores, bienhechores y salesianos, que desde su fundación, han pasado por nuestras aulas, talleres y patios, la iglesia, el Centro Juvenil y el teatro de nuestro Colegio.
En la Eucaristía que celebramos el pasado jueves, 2 de noviembre, recordamos a todos ellos y pedimos por su eterno descanso y tuvimos presentes a sus familias, para que con nuestra cercanía y la ayuda de Dios encuentren un apoyo para seguir caminando en la vida. La lectura del sueño de los 9 años de Don Bosco y las bienaventuranzas de Jesús nos recordaron que estamos en manos de Dios y que para ser felices en esta vida y en la eternidad tan solo tenemos que fundamentar nuestras vidas en el amor y el servicio a los demás.
La muerte de un ser querido resulta siempre dolorosa, aun cuando los creyentes entendamos que esa muerte que nos llegará a todos, nos llevará a la presencia del Señor. A Él le pedimos que nos ayude a ser siempre constructores de vida y esperanza y que un día podamos celebrar juntos la gran fiesta de la Resurrección.
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