Sabemos que Don Bosco tenía por amigo a un perro grande, con hocico fino, orejas rectas y abundante pelaje. Le conocemos como “GRIS”.
Nosotros también tenemos en casa alguna mascota y las habéis compartido para que las conozcamos.
Gracias por participar en esta actividad y seguid cuidando de vuestras mascotas.
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“Un perro jugó un papel muy importante en la vida de San Juan Bosco. Muchos hechos misteriosos y extraños se dieron a lugar con este enigmático canino que aparecía sigilosamente en medio de las dificultades o cuando al venerable santo le estaba por suceder algo terriblemente malo.
Se cuenta que una noche de otoño de 1853, Juan Bosco, iba por una calle de mala fama de Turín. De pronto apareció un perro que empezó a seguirlo.
El sacerdote miró sorprendido a ese animal que nunca había visto. Se acercó a él y lo acarició. El perro se estuvo quieto un momento y después se alejó.
A partir de entonces, cada vez que el sacerdote se encontraba solo por la noche en un sitio peligroso, lo acompañaría aquel perro llegado de ninguna parte que después desaparecería sin dejar rastros. Don Bosco le puso el nombre de «Grigio», es decir «Gris».
En efecto, el animal era de ese color. De tamaño grande, tenía el hocico fino, orejas rectas, pelaje abundante y la cola totalmente levantada”.
Andereño Bego
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