Para celebrar este acontecimiento que recordamos todos los años podéis disfrutar de los Belenes que están en el colegio.
Gracias a Pernas y José Mari con los alumnos de 1º de FP Básica de mecanizado tenemos el Belén del jardín.
El de la Iglesia, gracias al trabajo de Angel y Angelines y el de la entrada.
Os dejo esta lectura para recordar este momento:
….También José, por ser de la casa y familia de David, subió de la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judea, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto a ella y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada” (Lc. 2, 4-7)
Continúa :“Unos pastores, que pasaban la noche al aire libre velando por turno su rebaño, de repente un ángel les dijo, no temáis, os anuncio una gran noticia que será de gran alegría para todo el pueblo, hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal, encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. De pronto una legión del ejército celestial, decía gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” (Lc. 2, 8-14).
San Mateo escribe: “Habiendo nacido Jesús en Belén en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando ¿dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer, porque hemos visto su estrella en Oriente y venimos a adorarle. El rey Herodes al oír esto, se turba y con él toda Jerusalén. Reúne a todos los príncipes del sacerdocio y a los escribas del pueblo preguntándoles dónde podía nacer el Mesías. Ellos le contestan en Belén de Judá, pues así está escrito. Los magos, guiados de nuevo por la estrella, caminan hasta pararse sobre el lugar donde estaba el niño. Entran en la casa, y ven al niño con María, su madre. De hinojos le adoran, y abriendo sus cofres le ofrecen los dones de oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de no volver junto a Herodes, regresan a su tierra por otro camino” (Mt. 2, 7-12).
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